El juego de la alta cultura y algunos outsider

En la Revista Espiral se ha publicado un pequeño texto que vuelve sobre alguna de mis obsesiones menores, en esta ocasión polarizadas por las figuras de Miroslav Tichy y Walter Benjamin, principalmente.
 “Durante años se nos ha adoctrinado por una parte de la crítica de las expresiones artísticas que vida y obra en un creador forman parte de dos mundos que se rozan tangencialmente, pero, para nosotros, como seres humanos insertos en un sistema vital donde nuestros actos no pueden quedar escindidos de lo que somos y de lo que vivimos, aunque solo sea con la finalidad última de que la existencia propia y ajena pueda albergar algún sentido y se nos permita, de este modo, vivir en un mundo con el menor número de incógnitas posibles, saber de Tichy, conocer quién fue y a qué intereses servía, en cierta manera, nos sirve de contrapeso normalizador al espacio en el que se ha situado su obra ―de forma paulatina, mas implacable― en la Historia del Arte contemporánea”. 

Para ir al texto haz clic aquí.

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