Sabes que vas a morir, lo has soñado,
y desde entonces has decidido no dormir.
Tomas café, té, efedrina, te vas de coca
mientras tu madre te pregunta qué es,
pero saber que vas a morir
no es algo fácil de contar,
que lo he soñado, mamá,
y cada vez que cierras los ojos ése
presentimiento, crece, y es tan real
que ya no quieres dormir, pero tu madre
te echa tranquimazin a las comidas,
machaca valium 10 y espolvorea
su polvo blanco por la sopa,
y entonces la aguda taquicardía
se aplaca, y te duermes, sufres
una pesadilla mortal porque vas
a morir, y va a ser en breve,
y aunque madre haga jurar
a todas las cosas que no,
que no te harán daño,
tú sabes que vas a morir,
que la más insignificante
te atravesará el corazón,
como el amor de un suicida,
como el amor que hará morir
a quien bien te quiere.
Y querrás no dormir nunca,
y querrás no dormir nunca,
pero pronto, muy pronto,
no vas a despertar.