Escucho a Gary Moore. Fuera hace esta primavera-verano de Dublín en el que no puedes dejar de mirar al cielo y pensar en qué momento va a descargar la lluvia. El tráfico es denso. Los parados aumentan a un ritmo tan estremecedor como en España. Aquí ya no explotan bombas y escucho y Gary Moore con su primer grupo, Coliseum 2, y mientras bebo cerveza helada, todo parece no importar nada.