
En 2009 se celebró en Madrid una mesa redonda en el Instituto Cervantes denominada “el blog: firmar el plasma, una gran aventura”, en el que teóricamente se iban a tratar una serie de temas entre “como la escritura en formato blog, la contraposición entre el autor a cara descubierta y el autor en la sombra, la heteronimia, o las ventajas y desventajas de este formato. También se lanzarán preguntas como por qué se escribe un blog, dónde empieza y acaba su dimensión lúdica, o en qué medida este formato supone fragmentar ya no solo la escritura, sino también realidad”, según rezaba el anuncio del encuentro. La verdad es que se trataron de una manera o de otra estos temas, y uno de los alter ego que me pueblan quizá tomo la palabra y decantó su discurso por el juego de los heterónimos y las dificultades técnicas de una escritura creativa a partir de las herramientas que brindan al creador los blogs como medio de escritura. Pero fruto de la reflexión previa quedó este texto escrito, suma de pequeños párrafos, lecturas y digresiones que se fueron armando hasta formar este texto, que comienza aquí, donde este yo termina.