pero no siempre el primogénito obtiene su heredad
ni la madre ama a los hijos por igual
pues es capaz de trasvestir a un hijo en otro
animalizarlo y darle
piel de oveja
para que engañe al padre
y lo bendiga
no es extraño entonces
hasta una madre escoge entre sus hijos
pues
somos a imagen y semejanza del creador
aquel que sembró le disputa en los hijos
el que permitió la muerte de Abel
el que condenó a Caín
el que hizo de la primera mujer
entretenimiento de demonios
paridora de engendros
pues a veces eso significa
ser libre
no es extraño entonces
que nos de miedo
ser este dios de Abraham
que nos aterre el sonido de dios
las trompetas de Jericó
allá por donde vayamos