Intuyo que el término nosotros contiene
demasiadas letras, casi tantas como
felicidad, el doble que amor, menos
que resistencia o barricada, mismo
número que libertad o semejante
término.
Todas forman parte del mismo diccionario,
de la misma línea del abismo pues
todas las palabras son como una lengua antigua
:se atesoran en una materia maldita
que se extingue, lentamente,
ahora que mutamos
en dulces seres minerales
de un mundo que termina.
Pues la vida sigue aquello que aún no es:
la intuición de la vida en su corriente,
la mirada de la piedra
caída
en nosotros
el soplo
que abandona el pájaro en su último vuelo.
Y luego nada
nada permanece.