quema mi corazón,
quema
y una columna de humo
pequeña y blanca
apenas movida por el viento
se puede ver desde lejos,
casi
diría
que
cualquiera
la puede ver
porque se mueve y oscila
como imagen de un espejismo
sobre la carretera y es hoy
a finales
a finales de septiembre,
y no hay
de forma inminente
un asteroide del diámetro de doscientos millones de bolas de baseball
dirigiéndose hacia la Tierra
pero no importa
porque quema y quema mi corazón
y deja el rastro de un corcho quemado sobre la pared
mientras me alejo y me separo de ti
y apenas somos
el uno para el otro
un recuerdo que se va
y se pierde durante el día
la ecuación que nos despeja
y quema mi corazón
y arde como un bosque hecho ascuas
y se escribe con mayúsculas
la Historia de haberte conocido
mientras me alejo
mientras me separo de ti
mientras apenas somos
el uno para el otro
un recuerdo que se va
y se pierde de nuevo durante el día
y luego,
como una muerte súbita
algo como la vida nos llena
y por eso quema mi corazón,
por eso arde como un bosque hecho ascuas
por eso escribe con mayúsculas
la Historia de haberte conocido
y amo si tú estás cada segundo
pues sé que si estoy
en el peor de los escenarios
tengo el don de deshacer tu ausencia
y en quince minutos
de nuevo
vencer a toda premura
hecho de barro o nieve
cierto como un cristal raro pulido por cien artesanos
la malla feroz de tu no estar
y el saldo vivo de mi existencia
es como la luz de un faro
algo que emite destellos como un pulsar
y que no puede
sino brillar
sólo
sólo para ti